la crisis sanitaria producto del COVID-19, invita a quedarnos en nuestras casas para protegernos a nosotros mismos y a quienes nos rodean. Leer un buen libro durante cuarentena, nos puede servir como vía de escape a la que realidad que no congoja.
El Director de la Carrera de Pedagogía en Lengua Castellana y Comunicación de la Universidad Autónoma, Christian Troncoso, explica el origen de esta celebración y entrega algunos consejos para enfrentar la crisis mundial a través de la literatura “la fecha es simbólica pues se dice que tres grandes escritores encontraron la muerte el mismo día, un 23 de abril de 1616; Miguel de Cervantes, William Shakespeare y García Suárez de Figueroa, apodado Inca Garcilaso de la Vega. Si bien, las fechas no son exactas y hay en ello algo más de convención que de precisión de datos históricos, el Día Internacional del Libro, se celebra desde fines de la década de los ochenta. Nunca se ha conmemorado este día en un contexto de crisis mundial, de pandemia y de encierro. En una época que puede parecer sombría, nada puede superar esas barreras como la lectura. Un libro es una invitación a entretenerse, a romper los límites de la imaginación y de la razón, a explorar nuevos mundos, a interrogar a las generaciones antiguas para al fin extraer de entre las hojas del libro el fruto de la sabiduría, reflexionando sobre nuestra propia condición”, describió Troncoso.
El período de confinamiento en nuestros hogares se puede volver un poco más agradable y llevadero a través de la literatura. Los textos que escogemos al momento de iniciar una nueva lectura, va a depender de nuestros gustos e intereses.
Sin embargo, hay clásicos literarios que no pasan de moda y siempre serán adecuados para diferentes etapas de nuestra vida “recomiendo darle una oportunidad a los clásicos, esos textos que nos pasaron en el colegio y que están permeados, tanto de recuerdos como de tradición, que nunca pudimos leerlos por nosotros mismos: Homero, Sófocles, Virgilio, Horacio y la poetisa Safo de Mitilene. Hay mucha literatura latinoamericana, pero la que conviene descubrir por sí mismos, son los libros que componen el denominado “Boom”, por ejemplo, Cien años de soledad, Pedro Páramo, La Fiesta del Chivo, El Trueno entre las Hojas. Las escritoras de ese período que recomiendo son Elena Garro, Clarice Lispector, Rosario Castellanos y la chilena María Luisa Bombal. Otras más recientes como Cristina Rivera Garza, Nona Fernández o Arelis Uribe. También sugiero leer al escritor nacional Alejandro Zambra, cualquier libro de Zambra es un gran panorama para estos días de confinamiento”, afirmó Troncoso.
Disponerse a leer conlleva apartarse, desconectarse del mundo exterior y eliminar las barreras físicas para recorrer mundos y tiempos reales e imaginarios.
Muchos de los clásicos literarios han llegado a la pantalla grande “es muy beneficioso potenciar la lectura con elementos audiovisuales. Hoy en día, hemos descubierto que los textos son multisemióticos, en términos de la lingüística antigua, los textos tienen distintos canales a través de los cuáles se transmite el mensaje. El cine, por ejemplo, también es una plataforma de la literatura”, subrayó Troncoso.
El Estudio Internacional del Progreso en Competencia Lectora (2016), descubrió que el fracaso de las estrategias de fomento lector se presenta en hogares en que los menores no ven un entorno de lectura. De hecho, solo un 21 por ciento de los padres consultados declaró que disfrutaba leer.
Por tanto, durante este periodo de cuarentena, padres y tutores, deben ser los principales propulsores de la lectura en sus hijos; incorporando actividades lúdicas y material audiovisual, motivándolos de esta forma a ser parte del maravillo mundo literario, que puede ayudar como vía de escape y refugio durante esta crisis sanitaria que afecta a todo el mundo.