• La sesión del lunes 23 de septiembre de 2024 de la comisión de pesca y acuicultura de la Cámara de Diputados y Diputadas estuvo marcada por declaraciones cruzadas desde todos los sectores involucrados.

 

Asistieron a la comisión el subsecretario de la cartera que propone el proyecto, Julio Salas; Macarena Cepeda, presidenta de ASIPES; Dirigentes de la pesca artesanal de la Alianza Nacional por la Defensa de la Pesca Artesanal, que agrupa a CONDEPP, CORANOR, Mujeres por la Pesca y CONFEPACH; y Juan Montenegro, representando a trabajadores de la Industria de FETRAPES.

Desde la Industria, la presidenta de los industriales del Biobío se limitó a leer una carta en la que plantearon sus puntos, señalando que el proyecto de nuevo fraccionamiento afecta a un derecho de propiedad que fue otorgado por la actual ley de pesca vigente, y que, por tanto, modificar el fraccionamiento era inconstitucional.

“Lo que más nos motivaba de venir era poder hacer frente a una serie de frases hechas y algunos slogans que habitualmente escuchamos en esta comisión. La que más nos llama la atención es aquella que señala que la corrupta ley de pesca les quitó los peces a los pescadores artesanales y se los regaló a las pesqueras industriales. Lo cierto es que los fraccionamientos no fueron discutidos en sedes parlamentarias, sino que previamente el proyecto de ley a través de un acuerdo entre actores que tomó meses de conversaciones diferencias y acuerdos, El congreso sólo refrendó lo que artesanales e industriales acordaron libremente en esa mesa”.

Hernán Cortés, vocero de la Alianza y presidente de CONDEPP, señaló que “Desde la Alianza Nacional por la Defensa de la Pesca Artesanal planteamos que no estamos dispuestos a aceptar un acuerdo como la Mesa Pesquera que generó Longueira en el que se acordó el actual fraccionamiento entre cuatro paredes y que no mejoró el fraccionamiento artesanal. Además, nos parece negativo que la industria haya amenazado con solicitar la inconstitucionalidad del proyecto cuando la actual norma fue tramitada bajo cohecho, sobornos y fraude al fisco, vale decir corrupta, por la justicia chilena.” El dirigente agregó que “un fraccionamiento favorable a la pesca artesanal, como por ejemplo, 99% de sardina artesanal tendría como resultado un aumento del empleo, la pesca artesanal emplea 5 veces más personas por tonelada que la industria”.

A esto se agregó la solicitud de la Red de Mujeres de la Pesca Artesanal de Chile, representadas por su presidenta y también vocera de la Alianza, Sara Garrido, por “considerar en el proyecto de nuevo fraccionamiento cuota para charqueadoras y encarnadoras y encarnadores”.

Pascual Aguilera, vocero de la Alianza y presidente de CORANOR planteó firmemente que “Después de escuchar las presentaciones de SONAPESCA y ASIPES el ánimo conciliador ya no es el mismo”.

Así mismo, frente a la declaración de inconstitucionalidad del cambio al fraccionamiento, el Subsecretario Julio Salas planteó que “Este parlamento ya votó la nulidad de la ley de pesca, y votó esta comisión, y se votó en la sala (de la Cámara), y la conversación sobre la constitucionalidad también fue planteada en ese espacio; y también, el Senado ya votó en la administración del presidente Piñera la llamada Ley Corta que establecía el 100% de las licitaciones y que afectaba completamente los porcentajes de las LTP-A (SIC), entonces este mismo argumento de la constitucionalidad ya se ha resuelto en ambas Cámaras en dos momentos distintos”. La autoridad agregó que “Es más, todos los años, aprobamos un proyecto de remanente, el proyecto de remanente, que cambia de un año a otro la cantidad que pesca el sector artesanal, y por lo tanto, en la práctica, cambia la proporción (fraccionamiento) que saca el sector artesanal sobre su fracción y nadie discute al respecto”.

Por su parte, Juan Montenegro, presidente de FETRAPES, “celebramos la decisión de la autoridad de buscar herramientas en busca de desenredar la madeja que teníamos con el proyecto original”.

Agregó que, “desde el punto de vista laboral, nosotros creemos que en temas pelágicos no debiera tener un impacto social, considerando que en las plantas, nosotros nunca vemos quién la trae, si es artesanal o industrial”.