Desde el 1° de marzo comenzó a regir la Resolución 1012/2022 del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) que prohíbe el registro, fabricación, venta y utilización de una serie de antimicrobianos (antibióticos) en productos farmacéuticos de uso exclusivamente veterinario.

La medida se sustenta en las determinaciones tomadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que los ha clasificado como de importancia crítica para la salud humana, lo que implica que es vital restringir su uso en medicina veterinaria para evitar el desarrollo de resistencia antimicrobiana, y así mantener su eficacia al aplicarlos en las personas que los requieran para determinado tratamiento de una enfermedad.

En el listado se incluyen 17 clases de antimicrobianos, entre ellos, ácido fosfónico y estreptograminas, cuyos registros serán caducados.

Sin perjuicio de ello, esta medida no afecta la posibilidad que tienen los médicos veterinarios para prescribir medicamentos de uso humano registrados en el Instituto de Salud Pública.

El SAG ha sostenido reuniones con representantes del Colegio Médico Veterinario (Colmevet), como también con la directiva de la Asociación Chilena de Veterinarios Especialistas en Equinos (ACHVE), en donde aclaró y presentó una propuesta de modificación del alcance de la Resolución 1012/2022, nuevo cuerpo legal que está ad-portas de su firma.

En esta modificación se introdujeron cambios para enmarcar correctamente el alcance de dicho cuerpo legal en el sentido de que la prohibición se acota a los productos de uso veterinario formulados con las clases de antimicrobianos que se mencionan, y que excepcionalmente los mismos se podrán utilizar en animales de compañía y equinos por no estar en la cadena de producción de alimentos.

A su vez, para el próximo 24 de marzo la Sociedad Chilena de Buiatría AG. invitó a especialistas del SAG a exponer acerca del tema a los profesionales del área.

Al respecto, Colmevet valoró la modificación de redacción a la resolución, medida informada en reunión con el gremio, dado que aclara las dudas e incertidumbre generada por el anterior documento.  Además, indicaron que entienden que ésta y otras regulaciones van en línea de las normativas nacionales e internacionales del uso adecuado de antimicrobianos, aclarando también que a la fecha, estos fármacos se han utilizado en casos excepcionales y son adquiridos por algunos centros veterinarios, con resolución de botiquín, en formulaciones de uso humano.

Para las y los médicos/as veterinarios/as, es importante ser responsables en el uso de éstos y otros fármacos; y colaborar activamente con el cumplimiento de las normativas vigentes como profesionales que pueden prescribir medicamentos.

Por ello, respaldan todas aquellas medidas que promuevan tanto la salud animal como la salud humana y ambiental, bajo el concepto de Una Salud, buscando así fortalecer su rol como profesionales de la salud.

Cabe señalar que la iniciativa tendiente al uso responsable y prudente de los antimicrobianos se enmarca en un trabajo a nivel mundial encabezado por organismos como la OMS y la OIE (Organización Mundial de Sanidad Animal) con el fin de prevenir y reducir la selección, emergencia y propagación de bacterias resistentes a los agentes antimicrobianos en los animales y en el ser humano, contribuyendo a mantener la eficacia terapéutica de ellos tanto en medicina humana como veterinaria.

En este esfuerzo a nivel mundial el SAG participa activamente junto a otros organismos sanitarios de nuestro país.

Para el SAG cobra relevancia el concepto de Una Salud, que implica que la salud humana, la sanidad animal y la salud del medio ambiente están intrínsecamente conectadas y son interdependientes, es decir, la salud de uno afecta la salud de todos y la del planeta y su ecosistema.