Asiduo tuitero, el ministro de Salud Jaime Mañalich usaba su cuenta en esta red social para entregar información relevante sobre la pandemia del Covid-19 desde que está a cargo de la estrategia nacional para enfrentar la crisis sanitaria del coronavirus.

También para comentar notas de prensa, criticar y lanzar ácidas opiniones, fiel a su perfil.

Todo esto hasta cuando decidió eliminar su cuenta que contaba con más de 233 mil seguidores.

¿El motivo?

En el gobierno plantearon que fue por las amenazas de muerte que han proferido en su contra en las últimas semanas.

Pero ocurre que el caso se remonta a principios de mes.

A manos de la Fiscalía Oriente llegó el 1 de abril pasado una denuncia del abogado Eduardo Riquelme, del Ministerio del Interior, en que pide investigar una serie de mensajes que habían llegado en el último tiempo a la cuenta del titular de Salud y que -a juicio de esta cartera de Gobierno- configuran el delito de amenaza contra la autoridad.

En la acción penal se detallan tuits dirigidos a Mañalich, algunos de los cuales entregan información sensible como domicilio, números de teléfono y dirección de su esposa, hijos y un hermano.

“Se busca, ¡De preferencia muerto!”, dice uno de los mensajes que desde hace unos días son analizados por la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE) de la PDI, que está a cargo de las pesquisas de quién o quiénes están tras la cuenta “he tomado conocimiento con esta fecha, que un grupo de desconocidos ha iniciado una campaña en la red social “Twitter” el día domingo 29 de enero de 2020 en contra de el Ministro de Salud don Jaime José Mañalich Muxi, infiriendo amenazas en contra su persona y haciendo públicos datos confidenciales de su familia”, se lee en la denuncia de Interior.

Junto con esto, la cartera dirigida por Gonzalo Blumel detalla el episodio más reciente y que habría afectado a la autoridad sanitaria “el ministro de Salud se encontraba en el ejercicio de sus funciones cuando tomó conocimiento en horas de la mañana del lunes 30 de marzo de 2020 que en la red social Twitter, un usuario de nombre “@AnonOps09” mediante una serie de publicaciones lo amenazaba de muerte y junto con ello publicaba datos confidenciales de su familia, tales como los domicilios de sus hijos, sus números telefónicos, auto que conduce su cónyuge, su número telefónico y las cédulas de identidad de los anteriores”, consigna la denuncia.

A juicio de Interior, el acoso virtual que afecta a la autoridad “resultan ser medidas de presión y apremios indebidos que repercuten directamente en la labor que actualmente debido a la contingencia se encuentra desempeñando el Ministro de Salud como Coordinador Interministerial del Plan de Coronavirus, las amenazas contra su persona y la publicación de los datos confidenciales de su familia configuran claramente un delito”.

El fiscal regional Manuel Guerra señaló que la indagatoria quedó en manos de la fiscal de Las Condes Valeria Gómez, quien hace algunas semanas recibió otras denuncias por amenazas a Mañalich. Las cuentas desde donde éstas se proferían provenían de otras ciudades, por lo que se enviaron a Antofagasta, Talca y Concepción “esta denuncia se une a otra que ya estamos investigando respecto a la presidenta el colegio médico y que da cuenta del mal uso que algunas personas hacen en redes sociales, la violencia que se ejerce a través del anonimato y es algo que vamos a investigar”, dijo a La Tercera PM el jefe del Ministerio Público de la zona Oriente.

La mayor dificultad para esclarecer estos ilícitos, dicen fuentes de la investigación, es que quienes crean estas cuentas lo hacen con servidores que se encuentran en el extranjero. La Fiscalía Oriente abrió también investigación hace algunos días por correos con amenazas en contra de la presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches. Diligencias preliminares han dado cuenta que la cuenta para amenazarla fue creada en Rusia.

Los investigadores, además, se toparon con otra dificultad y es que, al ser citado a declarar, el Ministro de Salud no quiso ser interrogado aduciendo como argumento que duda que la investigación llegue a buen puerto.