Un hombre de 46 años, que cumplía una condena en prisión y fue puesto en libertad por la crisis sanitaria del Covid-19, falleció el mismo día que dejó la cárcel en Jordania.
El sujeto identificado como Sari Salem Wardat, recibió un disparo en la cabeza en un presunto accidente.
Estaba llegando a su casa junto a un primo, quien celebraba su regreso con balazos al aire.
La situación se registró en un pueblo cercano a la frontera con Siria donde, según Al Jazeera, Salem Wardat estaba encerrado por tráfico de drogas.
El hombre tenía cinco hijos.
De acuerdo con los familiares, el primo Ahmad Salamah Wardat pertenece a las Fuerzas Armadas del país y «no es muy brillante».
Sus cercanos recordaron que en un matrimonio, en el pasado, también disparó al aire e hirió a seis asistentes.