Por: Sixto González Soto.
Precandidato a alcalde de Talca.
Profesor de Historia y Geografía.
En vísperas de un próximo 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, quiero reconocer el rol fundamental que cumplen las mujeres de nuestra comuna, quienes a menudo desarrollan funciones poco reconocidas política y socialmente, como las labores domésticas y de cuidados, que en la práctica sostienen la economía del país, pese a no gozar muchas veces de remuneración. Vuestro esfuerzo y coraje tienen todo mi respeto y admiración.
Entre los abundantes desafíos que enfrenta Talca, figura el reto de generar políticas y acciones que aborden de manera efectiva la desigualdad de género, fortaleciendo -por ejemplo- los espacios existentes de consulta y orientación y promoviendo la creación de nuevos mecanismos que emparejen la cancha en serio y combatan la violencia en todas sus aristas, como una prioridad.
Es importante, asimismo, que más allá de los merecidos y necesarios reconocimientos a las talquinas, generemos oportunidades que faciliten su autonomía económica e independencia laboral. En este sentido, resulta urgente instalar programas de capacitación de oficios, que permitan la preparación de nuevas emprendedoras y encaren la cesantía entre las mujeres, cuya tasa de desocupación alcanza el 7,5% a nivel regional.
Apoyar los liderazgos femeninos en organizaciones sociales corresponde a otro desafío, no solo porque ocupan casi el 80% de las dirigencias, sino también porque a lo largo de nuestra Historia han demostrado una inmensa capacidad de jugársela por sus vecinas y vecinos, con integridad y compromiso, sin importar el tamaño de la tarea o el contexto de desastre. Mujeres empoderadas para el Chile que deseamos, lejos de las propuestas que asoman en otras naciones, dirigidas a desmantelar desde el lenguaje inclusivo hasta los mecanismos efectivos para una participación política vinculante.
Desde la seguridad ciudadana, comprendida como una dimensión multidimensional, resulta igualmente primordial elaborar estrategias y políticas en comunicación directa con las instituciones idóneas, para constituir espacios que garanticen la protección de las mujeres. Solo un dato para constatar que las prácticas de connotación sexual lamentablemente permanecen en nuestras calles: un 70% de las mujeres de Talca declara haber sufrido acoso callejero.
No permitamos que el cansancio y la desesperanza nos desmotiven. Es posible impulsar cambios tangibles en la vida de las mujeres y seguir luchando hasta lograr su completa seguridad económica, emocional, física y familiar. ¿Significa esto que creemos que la recreación no es importante? Por supuesto que no, entendemos el gran valor de los viajes y las festividades y cómo éstos se traducen en bienestar emocional. Sin embargo, si solo nos abocamos a estas actividades, la tarea de superar brechas e inequidades continuará quedando atrás.
Los cambios más transformadores en favor de la igualdad de género son aquellos que valorizan a las mujeres en la totalidad de sus dimensiones. Entre todos y todas podemos instaurar condiciones que superen desventajas en la comuna y brinden a las mujeres opciones de vida plena, con participación, progreso y seguridad.