*La académica de la Escuela de Educación Parvularia de la Universidad Católica del Maule, Dra. Sandra Castro, entregó recomendaciones para potenciar habilidades lectoras de los niños y niñas, e incentivar la lectura a temprana edad.

Este viernes 23 de abril se celebra el Día Internacional del Libro, fecha ideal para potenciar las habilidades lectoras de los más pequeños. Una instancia para realizar actividades en familia, disfrutar de un buen relato y echar a volar la imaginación.

Para la académica de la Escuela de Educación Parvularia de la Universidad Católica del Maule (UCM), Dra. Sandra Castro Berna, la narración es un acto de creación, con gran intencionalidad efectiva y afectiva, que favorece la cercanía e incentiva a que los niños y niñas lean.

“Sugiero algunos aspectos relevantes para narrar cuentos a nuestros hijos(as), primero debemos tener en cuenta la selección de los cuentos, que sean textos que faciliten la comprensión, con un formato ameno, fácil de manipular y observar”, mencionó.

Entre las recomendaciones que entregó la docente UCM, destacó aspectos como la ubicación que se adopte, esta debe permitir la visualización, la escucha y poder participar, si así lo requiere el relato.

“Lo ideal es que se ubiquen frente al niño(a), relatar en forma descriptiva para que contribuya a organizar las escenas en su mente, así asociará las imágenes con lo que escucha. Además, leer calmadamente para evitar traspiés y poder improvisar si se requiere”, comentó.

Otros de los aspectos que sugirió fue modular claramente las palabras, utilizando gestos, así se disfrutan los relatos con las expresiones del rostro y cuerpo. “Si desea producir un momento de risas puede exagerar los gestos y movimientos o entorpecerlos. También considere pausar la narración si hay una pregunta o cambiar el ritmo de la narración, incluso, puede usar onomatopeyas para mantener el interés”.

De igual forma se debe considerar el utilizar la repetición para enfatizar y/o recalcar lo relevante, con el fin de los niños(as) logren imaginar a los personajes, sus aventuras, conflictos y soluciones con mayor facilidad.

“El momento de la narración es sublime, una instancia de cercanía y complicidad con los hijos e hijas, lo verdaderamente transcendental es el compartir, gozar, divertirse juntos. Puede jugar a que imaginen que pasará, que sucedería si cambian o agregan un personaje, entre otras. Para continuar con la diversión, puede sumarle otras actividades divertidas como, por ejemplo, representar una parte del cuento con alguna prenda que simule un disfraz, y dejar una idea para el día siguiente”, dijo.

Realizar las narraciones en el día, permite que puedan sumar actividades como: maquillaje como los personajes, hacer disfraces con reciclados, jugar a adivinar con los personajes con pistas, elaborar los personajes, dibujarlos o las escenas importantes, confeccionar sus propios libros de cuentos con las escenas principales o caracterizar personajes, entre otras.

“Los libros son una gran herramienta y más aún en pandemia, les presenta mundos diferentes y entre sus múltiples beneficios, favorecen el vínculo afectivo con sus hijos(as), trasmiten valores, colaboran en cómo solucionar o enfrentar problemas”, agregó la académica Sandra Castro.