Con sentimientos encontrados, la comunidad de Licantén protagonizó el inicio de las obras del conjunto habitacional El Esfuerzo, que acogerá a un centenar de familias organizadas hace dos décadas.

La alegría por ser testigos del momento en que comienza a materializarse una lucha que se extendió por demasiado tiempo, se mezcló con la tristeza de recordar a tantos que partieron durante el proceso y el agradecimiento hacia toda una red de profesionales y autoridades que batallaron por el derecho a la vivienda de este grupo de familias.

“Es una emoción muy grande porque hemos luchado durante 19 años para lograr este hito, que para mí es el penúltimo, porque el último va a ser cuando podamos entregar las llaves. Así que estoy feliz, feliz de ver la felicidad de toda la gente, ver que hay muchas cosas que van a mejorar de Licantén porque estamos haciendo algo histórico para Licantén”, reflexionó Juan Astudillo Aguilera en su calidad de presidente del comité habitacional.

COMPROMISO

La villa estará emplazada en un terreno de 25 mil metros cuadrados ubicado en el sector El Buche, al norponiente de la zona urbana de Licantén. Poseerá urbanización completa, tres mil metros cuadrados de áreas verdes y ofrecerá viviendas de 56 y 66 metros cuadrados, según el tamaño del grupo familiar, informó la directora de SERVIU Maule, Paula Oliva Aravena.

“Estamos acompañando este momento de emoción y de mucha esperanza para las familias del comité El Esfuerzo, haciendo un compromiso con estas familias porque estamos iniciando obras. El compromiso es darle celeridad a este proyecto para que podamos volver a encontrarnos lo antes posible para materializar el trabajo de muchos años y poder cumplir con el derecho a la vivienda de todas estas familias”, garantizó la directora de SERVIU Maule.

LARGA HISTORIA

Los vecinos de Licantén organizaron el comité el año 2004, pensando en obtener subsidios para la autoconstrucción de sus viviendas. A poco andar debieron acoger a familias que perdieron sus casas producto del desborde del río Mataquito y luego por familias damnificadas por el terremoto del año 2010. La falta de terrenos fuera del área inundable y dentro del área de servicios básicos dificultó el proceso, asumiendo SERVIU el diseño de una solución. El proyecto quedó desfinanciado por el alza de los materiales de construcción durante la pandemia, debiendo concurrir el Gobierno Regional del Maule con recursos para financiar la habilitación del terreno, resumió el seremi MINVU Rodrigo Hernández Fernández.

“Este inicio de obras ha sido especialmente emotivo para nosotros porque sabemos lo que nos ha costado llegar hasta este punto. Somos muy conscientes de la dificultad que hemos tenido para poder llegar después de más de 20 años. Evidentemente no es un momento feliz saber que hay gente que ha fallecido esperando su derecho a la vivienda digna y adecuada. Por eso, con mis equipos de trabajo tratamos de recordar que detrás de esto hay familias. Estamos muy comprometidos para poder avanzar, pero sabemos que esta es solamente la mitad del camino”, que deberá culminar con la entrega del proyecto en la primavera del año 2024, manifestó el secretario regional ministerial.

REACCIONES

“Gracias a la primera compra de terrenos que hicimos al grupo habitacional El Esfuerzo, nos hemos atrevido a invertir y trabajar en conjunto con el Ministerio de Vivienda distintos proyectos que son necesarios sacar adelante en las 30 comunas de la región. Valoro el trabajo en equipo que hacemos con nuestro seremi Rodrigo Hernández, con la directora del SERVIU Paula Oliva y con los alcaldes y dirigentas”, destacó la gobernadora Cristina Bravo Castro.

“Felices de poder mirar la cara a nuestra gente y poder decirles que estamos cumpliendo, porque mientras no se entreguen las llaves y no esté esa casa en uso, vamos a estar pendientes. Pero lo importante es que se están dando pasos concretos, reales y de verdad que sentir la felicidad de nuestra comunidad nos pone felices porque se están derribando mitos de que en Licantén costaba construir. Sí se puede construir por un proceso normal, pero con voluntad y mucha gente también ayudando”, planteó el alcalde Marcelo Fernández Vilos.