Cada 28 de enero se conmemora el Día Internacional por la Reducción de Emisiones de CO2 instaurado por la ONU. La liberación de dióxido de carbono –como es su nombre completo- al medio ambiente es muy dañino, pues hace que la Tierra sufra un aumento de temperatura, y provoca lo que conocemos como Efecto Invernadero. En este día, las compañías cosméticas deberíamos sentirnos llamadas a reflexionar.
El plástico utiliza energías no renovables para su producción y emite gases de efecto invernadero en el proceso. Para hacernos una idea, por cada kilo de plástico que se produce, se emiten 3,5 kilogramos de dióxido de carbono, impactando inmediatamente el medio ambiente.
Según un informe del Centro Internacional de Ley Ambiental de 2020, la producción de plástico abarca alrededor del 4% de las emisiones de carbono, y para 2050 será responsable del 13% de ellas.
Como si fuera poco, el plástico que no se recicla se acumula como basura en los océanos y en tierra firme, dañando ecosistemas completos. Las matemáticas son simples: no podemos seguir produciendo plástico a destajo y las empresas de cosmética tenemos mucho que ver y hablar en esto.
¿Por qué las empresas de belleza estamos tan involucradas?
Es cosa de ir a nuestro baño y ver cuántos envases de champú, acondicionador, jabón, cremas, maquillaje, y decenas de otros productos que vienen en contenedores de plástico adquirimos y usamos diariamente. La industria de la cosmética y productos de aseo genera millones de envases plásticos, emitiendo CO2 de una forma casi inmoral.
Cuando esos productos se acaban, usualmente van a la basura, compramos nuevos, y luego también van a la basura, y así incesantemente por años. Ese ciclo tiene que terminar ahora.
¿Cómo podemos reducir las emisiones de CO2 y de basura en la industria de la cosmética? Eliminando nuestro uso de plástico y/o reciclándolo. Es simple: si sustituimos la creación de plástico nuevo por el reciclaje, podemos alcanzar una economía circular que cuide la salud de la sociedad, animales y plantas. Pero para lograr esto, necesitamos real voluntad para hacer cambios significativos. En The Body Shop estamos conscientes de esta problemática y queremos hacernos cargo de los residuos que generen nuestros productos.
Creemos que las empresas pueden impactar positivamente en el medio ambiente y en los ecosistemas, mientras se desarrollan como un negocio competitivo. Por eso, estamos transformando nuestra producción para que todos nuestros envases sean elaborados con materiales reciclados y reciclables, inculcando y fomentando en nuestros consumidores prácticas y hábitos sostenibles. Obtenemos nuestro plástico reciclado de forma ética, gracias al Comercio Justo con Comunidades de la India a través de una alianza con Plastic por Change. Decenas de mujeres mantienen un trabajo digno, con pago estable y razonable gracias a este acuerdo.
Todas nuestras tiendas a lo largo del país poseen un contenedor para depositar los envases de aquellos productos que nuestros clientes terminaron de usar, y son enviados a empresas recicladoras. En 2022, recuperamos 405 kilos sólo de plástico, de un total de 765 kilos de materiales que incluyen papel, cartón, aluminio y vidrio. Volver a usar nuestro plástico evita la necesidad de elaborar más, disminuyendo nuestras emisiones de Dióxido de Carbono.
Excusas puede haber muchas, pero tengo la esperanza de que la voluntad de cuidar nuestro planeta es más fuerte. Como consumidores, podemos elegir compañías que persiguen metas sostenibles, y como empresa, podemos trabajar en una oferta responsable con el medio ambiente. La posibilidad de hacer cambios está y debemos hacerlos hoy.
Por: Paula Araya
Gerente General de The Body Shop Chile