• Durante charla virtual realizada en el marco de la Expo Chile Agrícola 2020, el investigador de INIA Quilamapu, Andrés France, dejó en evidencia daño generado por plagas y enfermedades en cultivos agrícolas y necesidad de contrarrestarlos con sistemas amigables con el medio ambiente.

Es en las plantas donde está el origen del 98 % del oxígeno que respiramos y el 80 % de los alimentos que comemos, lo que determina la importancia que tienen.

Sin embargo, las plantas al igual que todos los seres vivos, también se enferman y debemos intentar mantenerlas sanas.

Estimaciones de la FAO indican que la pérdida de alimentos producto de plagas y enfermedades alcanza el 40 % de los cultivos mundiales -con un costo de 220 mil millones de dólares cada año-, “cantidad de alimentos que podría suplir los déficits nutricionales que sufre una parte importante de la humanidad” sostuvo el investigador de INIA Quilamapu, Andrés France, durante la charla “2020 año de la Sanidad Vegetal” dictada en el marco de la feria virtual Expo Chile Agrícola que durante toda la semana está impulsando el Ministerio de Agricultura.

El fitopatólogo agregó que si no existieran disciplinas relacionadas a la sanidad vegetal “viviríamos en constantes hambrunas globales, sin seguridad alimentaria, en un estado constante de inseguridad y guerras por robos de alimentos, lo que sería volver a la Edad de Piedra en materia alimentaria. Necesitamos duplicar la producción de alimentos en los próximos 25 años, pero con las tasas actuales de pérdidas por problemas sanitarios se hace muy difícil”.

A pesar de que las plagas y enfermedades han acompañado desde siempre a la agricultura, France destacó que el cambio climático, la degradación de los ecosistemas y la reducción de la biodiversidad han creado nuevas condiciones para que las plagas agrícolas afecten negativamente los cultivos y, con ello, la disponibilidad de alimentos.

El especialista de INIA sostuvo que la agricultura se ve amenazada por “la drástica reducción de insectos benéficos que entre otras funciones actúan como polinizadores y como controladores de insectos plagas”.

Al respecto indicó que los insectos benéficos se han visto reducidos en un 80% en los últimos 30 años, mientras que los insectos indeseados han aumentado su presencia, llegándose a situaciones extremas como las plagas de langostas en la India, donde llegan a consumir más de 100 mil toneladas de alimentos cada día.

2020 año internacional de la Sanidad Vegetal

Esta evidente amenaza para la alimentación humana motivó a que la Asamblea de las Naciones Unidas decretara a 2020 como el Año Internacional de la Sanidad Vegetal “se debe sensibilizar a la población de todos los países, y hacerle ver que el apoyo a la sanidad vegetal puede ayudar a acabar con el hambre del mundo, reducir la pobreza, proteger el medio ambiente y estimular el desarrollo económico” explicó el investigador de INIA Quilamapu Andrés France.

Asimismo, resaltó la necesidad de que cada persona cumpla con las medidas dispuestas para no incrementar plagas y enfermedades en la agricultura, como el no ingresar plantas ni productos vegetales desde otro país y cumplir las normas fitosanitarias que, en Chile, establece el SAG.

Un elemento relevante que planteó el profesional INIA es el uso indiscriminado de pesticidas que se hace para contrarrestar plagas y enfermedades, debiendo preferirse métodos que protejan el medio ambiente como el control biológico.

En esa misma línea, respaldó la necesidad de fortalecer los sistemas de seguimiento de alerta temprana de sanidad vegetal que ayudan a anticiparse al movimiento de plagas y enfermedades, lo que permite tomar medidas oportunas y evitar epidemias fitosanitarias.

Andrés France agregó que INIA cumple una labor importante en este sentido, al desarrollar investigación en los problemas de plagas y enfermedades que afectan la agricultura nacional, soluciones sustentables con el medio ambiente, y cuyos resultados son traspasados constantemente a los productores en todo Chile “el trabajo de los investigadores de INIA se desarrolla en el contexto donde el país está obligado a producir más alimentos, en menos superficie, con un clima más adverso y sin provocar impactos en el medio ambiente”.

Invertir en investigación

Las pérdidas del 40 % de alimentos ocurren a pesar de todo lo que se realiza para mitigar estos daños, las plagas no dan tregua y se adaptan a constantemente a nuestras estrategias de mitigación.

En cuanto a los desafíos, Andrés France apuntó a reducir en un 50 % uso de los pesticidas de síntesis química que en Chile es el doble de los países de la OCDE.

Para ello, enfatizó que “se requiere una mejora constante de nuestras capacidades y conocimientos para buscar nuevas herramientas de manejo de plagas y enfermedades. No en vano, una de las recomendaciones de las FAO a los gobiernos es invertir más en el desarrollo de capacidades, investigación y la divulgación de la sanidad vegetal».