Por: Sebastián Romero Bravo.

Académico de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Católica del Maule.

 

El mejoramiento genético de plantas, en general, es un proceso muy largo (puede tomar hasta 20 años en lograr obtener nuevas variedades), que requiere de una gran inversión de diferentes tipos de recursos, además del tiempo.

En particular, el mejoramiento de plantas frutales requiere de mayor tiempo debido a que las plantas son más grandes y necesitan un mayor periodo para formarse antes de mostrar sus características productivas y de calidad de fruta.

A pesar de estas dificultades, se han desarrollado programas de mejoramiento en todos los cultivos frutales perennes importantes, encaminados a mejorar la rentabilidad económica de los cultivos aumentando los rendimientos, alterando la ventana de cosecha, creando nuevos tipos de fruta de mejor calidad, aclimatar nuevas variedades a climas adversos, resistencia a plagas y enfermedades, entre varias otras características que apunten a la mejora y eficiencia de plantas frutales.

El avance acelerado de nuevas tecnologías ha permitido que el proceso del mejoramiento genético de plantas sea más eficiente.

Por ejemplo, la secuenciación del genoma se hace cada día más rutinaria, económica y rápida; la reproducción de plantas in-vitro permite una multiplicación acelerada de nuevos individuos, sistemas de manejo que permiten cultivar plantas más pequeñas.

Sin embargo, la evaluación del producto objetivo, la fruta, conocer sus características de calidad, es decir, tamaño, dulzor, firmeza, color, forma y todo lo que el consumidor desea, debe ser evaluado en terreno, para seleccionar año tras año las plantas que presenten las características que el mejorador está buscando.

Todos los días probamos fruta que ha pasado por un largo proceso de selección y mejoramiento.

Los programas de mejoramiento que hoy están trabajando, están pensando en las condiciones de cultivo de los próximos 50 años y en los deseos de los consumidores futuros.

La fruta que consumimos requirió de un largo proceso de investigación y desarrollo.

Por así decirlo, y tomando frases de época electoral, hoy nos comemos a los que en su momento fueron los mejores candidatos.