• Tras el mega incendio que afectó a una parte de Viña del Mar, donde casas quedaron completamente destruidas y muchos animales se vieron afectados, es que se ha comenzado a discutir la idea de la creación de una brigada especializada en el cuidado animal para las catástrofes.

 

Más de 300 familias damnificadas dejó el mega incendio que afectó a Viña del Mar el pasado 23 de diciembre. Cifra que pudo ser más alta si no fuera por el arduo trabajo de Bomberos y brigadistas de la CONAF.

En estos momentos de temor e incertidumbre, lo más importante es la seguridad y salud de cada integrante de la familia y en ellas están incorporadas las mascotas, sin embargo, muchas veces se extravían en este tipo de situaciones o no reciben la atención necesaria en el momento que la necesitan.

Debido a lo anterior, la diputada Carolina Marzán propone la creación de una brigada de rescate animal, a través de un proyecto de resolución que se votará en la Cámara de Diputados y Diputadas, con el cual se solicitaría su creación al presidente Gabriel Boric.

“En cada incendio forestal, la afectación a la fauna silvestre y los animales domésticos es evidente. Animales que son desplazados, otros afectados y muertos cuando no hay posibilidad de escape de las zonas afectadas”, fue uno de los argumentos que dio la parlamentaria.

Ante esto, la directora de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Católica del Maule (UCM), Viviana Olave indicó que, de concretarse, sería un gran beneficio.

“Una brigada que esté al mando de la administración del estado sería una gran contribución al país y eso nos permitiría no depender de ayudas externas que, si bien son de importancia, es necesario que, como país, integremos estas intervenciones a nivel de políticas públicas y se baje como parte de indicadores de la 11 función esencial de salud pública”, resaltó.

De igual forma, la académica de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales explicó que los animales en general más aún las mascotas, tienen cambios en su comportamiento tras haber sobrevivido a un episodio traumático como una catástrofe.

“Claramente se ve afectado su comportamiento ante un suceso traumático. Los animales son seres sintientes y padecen las mismas patologías asociadas al trauma-estrés, como las personas. Por ejemplo: alteraciones del sueño y vigilia, aumenta la ansiedad, su irritabilidad o también el efecto adverso como más retraídos”, advirtió.

 

Beneficios

 

Olave sostuvo que este tipo de políticas públicas sería un gran aporte para el país, debido a que permitiría evaluar el estado de los animales afectados y los daños ambientales.

“Toda la información levantada, permitiría generar intervenciones que pueda fortalecer la mirada de «One Health» (una sola salud), con abordaje a los determinantes sociales e interdisciplinaria”, acotó.

Por lo anterior, la experta de la UCM argumentó que existen antecedentes tales como “El sector pecuario da sustento económico a casi 1000 millones de los habitantes más pobres del mundo; en las zonas rurales, las personas y los animales conviven estrechamente, donde los animales son un medio de alimento, de labranza o de transporte; Según Campbell y Knowles (2011), mencionan que el 70% de la población pobre del mundo (que es más vulnerable a los efectos de los desastres), posee ganado; Los activos pecuarios asociados a la agricultura familiar, coloca a los productores en mayor riesgo frente a estos desastres, con una efecto en la sanidad animal, humana y alimentaria”.

“Todos estos antecedentes, mencionados anteriormente se pueden prevenir si el estado integra esta mirada de «One Health» con una buena gestión de riesgo y con mecanismos que reduzcan la vulnerabilidad a los sectores más afectados”, añadió.

Olave resaltó que se debe considerar todo esto desde una mirada de salud pública, debido a que, en este tipo de catástrofes, como lo es un incendio, existe la posibilidad de “propagación de enfermedades infeccionas y no infecciosas asociadas a emergencias o desastres no epidémicos”.

Alguna de las enfermedades que nombró fueron las transmitidas por vectores como es la Arbovirus (encefalitis equinas), la cual se produce por “aumento en las poblaciones de vectores, vinculadas a Inundaciones, huracanes, sequías, veranos prolongados”, comentó.

Otras son las enfermedades clostridiales, “como Pierna negra, botulismo, tétano, otras. Por contaminación de aguas estancadas y forrajes con esporas productos de Inundaciones”, dijo la académica, complementando que también está la Salmonelosis, la cual se produce por “consumo de agua contaminada o alimentos que entraron en contacto con agua contaminada, producto por Inundaciones”.