Dra. Sandra Castro Berna, académica de la Escuela de Educación Parvularia de la Universidad Católica del Maule (UCM) en Curicó.
Cada ciudad tiene un gran atractivo y un gran capital cultural, solo basta con caminar por las calles y prestar atención: al colorido, los olores, los sonidos particulares. Siempre hay algo que disfrutar y de qué aprender. Desde temprana edad formamos a nuestros niños(as) y para ello se sugieren algunas acciones:
- Fomente la observación para que, a corto plazo, los niños(as) puedan disfrutar del lugar en donde viven,
- Leales el diario local (lo apto para la edad), hable de la historia de la ciudad, lea los nombres de estatuas, monolitos, recordatorios; destaque los aportes de personajes ilustres, nombres de escuelas, otros elementos de la comunidad en particular.
- Al ir de compras y recorrer las calles, mencione los nombres de cada esta y su intersección, leales los afiches, letreros de tiendas, mencione productos artesanales de lugares cercanos y de la ciudad.
- Asistan a los desfiles, fiestas tradicionales, ferias artesanales; conozcan las organizaciones y entidades junto a su labor y aporte a la comunidad, como: la Ilustre Municipalidad, Corporación Cultural, radios locales, club deportivo, entre otros.
- Destaque las áreas verdes como pulmón de la ciudad y las características de flora y fauna.
- Participe de eventos folclóricos, conciertos de folcloristas, trovadores, payadores y cantores populares conocidos de la zona. Que diferencie instrumentos musicales tradicionales.
- Tomen fotografías y luego las observamos con detención y comenten las visitas.
Sea constante en la formación de niños(as) con acciones cotidianas y sin mucho costo monetario podemos lograr un gran aprecio por nuestro patrimonio y valorar nuestras raíces, comencemos con nuestros hijos(as) desde pequeños(as).
Recuerde que la cultura y el patrimonio de los pueblos deben ser difundidos para que sigan vigentes, ya que su existencia y vitalidad dependen de la práctica de sus cultores.