El reciente ajuste ministerial realizado por el presidente Boric regresó a Nicolas Cataldo al Ministerio de Educación en calidad de ministro después de haber ejercido como subsecretario de la misma cartera desde marzo de 2022 hasta septiembre del mismo año. Más allá de su historia, antecedentes y méritos, la prensa y ciertos sectores políticos han destacado como principal característica su militancia comunista.
Esta es una nueva semana en que un acontecimiento político sirve de base para una clase de educación cívica o ciudadanía que puede comenzar con la siguiente pregunta. ¿Es dable desconfiar de una persona que tiene méritos, trayectoria y experiencia para ejercer el cargo sólo porque es militante de un partido específico, en este caso del Partido Comunista?
El diagnóstico en materia educacional está más que claro. La educación no está cumpliendo la promesa de ser una oportunidad de movilidad. Si no lo era antes de la pandemia, después la promesa se ha alejado todavía más.
La primera prioridad es recuperar el tiempo perdido en aprendizajes lo que debe ir acompañado de programas de convivencia que es un ámbito esencial y complementario.
En esto, el ministro Cataldo es muy claro al diferenciar la convivencia que debe tratarse desde la perspectiva pedagógica mientras que: “la delincuencia en contextos escolares tiene que tratarse diferente”; “Para mí no hay ni doble lectura ni complejos en materia de seguridad ni la importancia que tienen las policías en el aseguramiento del orden público y el combate a la delincuencia”.
Segundo, se ha hecho cargo de una mirada estratégica de nivelar hacia arriba y no “porque esto se trata de cómo vamos mejorando para que progresivamente todos alcancen estándares superiores de aprendizaje, que sean competitivos incluso a nivel mundial”. Es mirar la educación desde el interés superior del niño, niña y joven y no desde unos pocos, independiente del lugar en que se encuentren en la pirámide educativa.
Y tercero, en mi opinión lo más importante, es conocer el sistema educativo, reconocer que ha sido un campo de batalla ideológico que ha inmovilizado al sector con las consecuencias por todos conocidas. Ante esta realidad, el nuevo ministro ha señalado que: “Ojalá que seamos capaces de ponernos de acuerdo en grandes políticas de Estado que le den estabilidad a un sistema que urge y grita por tener esa estabilidad”.
Si bien en las primeras entrevistas al ministro Cataldo ha tenido que hacerse cargo de los cuestionamientos a que un militante comunista sea ministro de Educación, ha tenido la oportunidad de enviar mensajes claves y delinear su plan de acción.
Para terminar la clase de educación cívica y ciudadanía, vale recordar el proverbio chino que hizo famoso su líder Deng Xiaoping: “No importa si el gato es blanco o negro, lo importante es que cace ratones”.
Una buena frase para reflexionar acerca de la educación y de otras políticas públicas que están hoy en discusión.
Por: Marcelo Trivelli Oyarzún.
Presidente Fundación Semilla.