La educación cívica o ciudadana juega un papel fundamental en la valoración de la democracia y en la prevención de la corrupción. Una clase ilustrativa, interesante y entretenida podría ser una reflexión sobre la eficacia de la democracia para combatir la corrupción a partir de lo que está sucediendo hoy en Chile.
Iniciaría la reflexión señalando que la mayoría de las personas tienen una predisposición hacia el cumplimiento de las normas y el respeto por los demás, sin embargo, siempre existirán unas pocas personas dispuestas a saltarse la fila o ignorar las leyes en su propio beneficio; más aún si creen o saben que no van a ser descubiertos.
Hoy la democracia está siendo cuestionada por la ciudadanía y el 36% de la población de Chile tiene una visión favorable a la dictadura de Augusto Pinochet, según datos de una encuesta realizada por Barómetro de la Política CERC-MORI, difundida el 30 de mayo de 2023.
En dictadura, los controles no existen y en Chile muchos se enriquecieron teniendo en sus manos el poder sin contrapeso. Tuvieron que pasar muchos años después de terminada la dictadura cívico militar para detectar y cuantificar solo una pequeña parte del saqueo de los recursos públicos ocurrido durante dicho periodo.
Fundación Democracia Viva fue denunciada por recibir fondos públicos del Ministerio de la Vivienda a través de trato directo con el SERVIU de Antofagasta para intervenir en un campamento en esa ciudad. Hubo acceso a la información y libertad de prensa para publicarla. Desde que se realizó la denuncia el pasado 16 de junio han pasado solo 15 días y el caso ya está siendo investigado por la fiscalía de Antofagasta. En lo político, están las renuncias de la subsecretaría de Vivienda y SEREMI dicha región; también cayó la vicepresidenta de Cámara de Diputados y Diputadas. A todos ellos su partido político les congeló la militancia.
El Presidente de la República ha señalado que el caso de Democracia Viva es “inaceptable” y llamó a “no tener un doble estándar en esto, no titubear, no hacer defensas corporativas de nadie, ni tratar de hacer protecciones porque es cercano a mí o cercano a otra persona”. Ésta es sólo una de las tantas declaraciones de condena que hemos escuchado en los últimos días de parte de líderes políticos tanto de gobierno como de oposición.
En democracia a diferencia de una dictadura los hechos delictivos se pueden conocer y hacer públicos, se investigan y se juzgan. Combatir la corrupción es un desafío permanente de la democracia que se sustenta en la libertad de las personas para acceder a la información y poder expresarla libremente sin censura. La ausencia de libertad es un buen caldo de cultivo para la corrupción.
Terminaría la reflexión con el estudiantado invitándolos a tomar conciencia del impacto y tratamiento social y político de la corrupción a través de analizar la afirmación del exfiscal Carlos Gajardo, “Cuando un político de derecha comete un delito y luego lo comete uno de izquierda no es empate. Es que vas perdiendo 2-0”.
Por: Marcelo Trivelli Oyarzún.
Presidente Fundación Semilla.