*Comisión Nacional de Tenencia Responsable de Mascotas del Colegio Médico Veterinario, entrega recomendaciones para cuidar a todos los miembros de la familia y no pasar un mal rato.

Estamos en plena primavera y nos vemos enfrentados a las alergias estacionales. Lamentablemente, esta época del año no solo afecta a los humanos, sino también a nuestras mascotas provocando una serie de efectos en su salud.

Por esta razón, la Comisión de Tenencia Responsable del Colegio Médico Veterinario de Chile (Colmevet), recuerda que este tipo de enfermedades se mantendrán durante todas las etapas de vida del animal e implicará cuidados permanentes.

Las alergias son enfermedades que implican una mala respuesta del sistema inmunológico frente a cualquier estructura que tengan proteínas o sea capaz de unirse a ellas como, por ejemplo, alimentos, pólenes, hongos, bacterias, fármacos, pulgas, entre otros.

El grave problema es que no tienen cura, por lo tanto, esas respuestas exageradas del sistema inmunológico solo se pueden controlar mediante fármacos o evitando la exposición a lo que produce la alergia”, explica la Dra. Paula Hidalgo, miembro de la Comisión de Tenencia Responsable de Mascotas de Colmevet y experta en dermatología veterinaria.

En esta época las alergias a plantas, árboles o pastos, son las más comunes y son causadas por los pólenes que surgen de ellos.

El tipo de polen que afecta a una mascota va a depender de los árboles y plantas a las que esté expuesto. Así, por ejemplo, en la zona central están las alergias al polen del plátano oriental, que también es común en humanos”, indica la Dra. Hidalgo.

Destaca que perros y gatos pueden presentar alergias a la saliva de la pulga cuando ésta pica.

Solo se necesita de una sola para que detone un cuadro alérgico, considerando que este tipo de parásitos externos suelen aparecer con más intensidad en este periodo.

Síntomas y cómo prevenir

La médica veterinaria explica que hay que considerar que los perros y gatos han tenido cambios en el estilo de vida y que, al igual que los humanos, se han visto expuestos a moléculas con las que antes no interactuaban, como los ácaros del polvo, hongos ambientales que se acumulan en los departamentos y casas, además, de los Aero alérgenos que se acumulan en el aire de las grandes ciudades con más contaminación.

Los síntomas de las alergias son variados, pueden ir desde urticaria (picazón), enrojecimiento de la piel, conjuntivitis, inflamación de los labios y de las patitas, otitis crónicas que no mejoran con los tratamientos, con sacudidas de cabeza, rascado e infecciones de los oídos.

También pueden presentar lamidos compulsivos de las patas, zona perianal y en el caso de los gatos, acicalamientos excesivos que terminan con pérdida de pelo en muchas zonas del cuerpo, lesiones que a veces surgen sin que el gato se las haga. Así ejemplifica que “los tutores a veces creen que los perros solo se muerden cuando sienten picazón, no asocian los lamidos constantes de sus patitas o cuando se frotan con las alfombras o los muebles para intentar rascarse, creen que juegan, pero cuando se les dan los tratamientos, notan que esas conductas disminuyen mucho”, señala la Dra. Paula Hidalgo.

Respecto de la prevención sostiene que lo más importante es no reproducir razas o mestizos con predisposición a las alergias ya que estas enfermedades especialmente la dermatitis atópica canina es hereditaria.

Sugiere que “en razas predispuestas es bueno que entren en contacto con el barro y plantas, no sobreprotegerlos tanto del medio ambiente si es que aún no han tenido reacciones alérgicas y, lo más importante, cuidar su piel, usar champús y lociones apropiadas que hidraten la piel, ya que por ella es donde mayoritariamente ingresan los alérgenos. En tanto, cuando ya sabemos que son alérgicos, se debería tratar de evitar el contacto con el alérgeno y si no se sabe cuál o cuáles son, la única opción es generar, junto a su médico veterinario de cabecera e idealmente dermatólogo veterinario, tratamientos individuales preventivos para mantener a ese sistema inmunológico sin reacciones que impliquen una mala calidad de vida del paciente”.