Tras analizar las medidas para garantizar el normal funcionamiento de las ferias libres del país, respetando los protocolos de seguridad para el bienestar de los feriantes y consumidores, el Ministro de Agricultura, Antonio Walker, enfatizó en las prácticas que deben seguir las personas al momento de comprar frutas y verduras, en el contexto de Pandemia por Covid-19.
“Como Gobierno, declaramos la agricultura como actividad crítica y tomamos las medidas para mantener cadena alimentaria. Sin embargo, esto también conlleva un esfuerzo de la población al momento de adquirir este tipo de productos. Comprar la cantidad que realmente se necesita, considerando el tamaño del grupo familiar, debiera ser fácil, pero sabemos que resulta difícil de llevar a cabo en las condiciones actuales que estamos viviendo. Hacemos un llamado a no acaparar”, indicó el Ministro Walker, quien junto a especialistas del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), entidad vinculada a la cartera del Agro, entregó recomendaciones para elegir, cuidar, guardar y extender la vida útil de frutas y verduras.
El especialista en postcosecha de INIA La Platina, Bruno Defilippi -quien lleva años estudiando este tema, no sólo para abastecer el mercado interno sino para exportar a destinos cada vez más lejanos- junto al experto en envases de INIA La Platina, Pablo Ulloa, entregaron algunos consejos a la hora de elegir el tipo de envase más adecuado para el almacenaje.
“Una de las preguntas frecuentes que nos hacemos como consumidores es cuánto duran los alimentos en nuestro hogar. Esta es una pregunta válida, considerando la amplia gama de productos (vegetales, lácteos, carnes) y las distintas formas en que se ofrecen, ya sea como frescos, congelados o procesados. Preguntas que cobran aún mayor importancia, cuando vemos limitada la capacidad de compra por restricciones como las debidas a Covid-19. Pero, además, es importante entender que un alimento debe conservar su calidad, tanto en aspectos organolépticos, como textura, sabor y aroma, así como también en su aporte nutricional hasta el destino final que es el consumidor”, explicó Defilippi.
Respecto a los cuidados de las frutas y verduras, lo primero es diferenciar si es un producto fresco o procesado.
En el caso de productos frescos, como hortalizas, está la opción de adquirir el producto entero como una cabeza de lechuga o repollo, o adquirirlo con un nivel de procesamiento dentro de una bolsa, es decir, listo para su consumo.
En ambos casos, será importante manejar el producto en el hogar a temperatura de refrigerador (4-5°C), para disminuir el deterioro por pérdida de agua desde el producto, afectando su apariencia y textura, además del desarrollo de hongos especificó el especialista en post – cosecha.
El envase más utilizado para extender la vida útil corresponde al uso de bolsas plásticas, las cuales evitan que el producto se deshidrate y, a su vez, le permita mantener un nivel adecuado de oxígeno para respirar.
En el caso de hortalizas mínimamente procesadas, la bolsa plástica utilizada posee las características necesarias, incluso para extender la vida útil en 10 días.
Sin embargo, es importante que la reutilización de estas bolsas para hortalizas sea de manera cuidadosa y consiente, ya que es posible generar contaminación cruzada por su reutilización entre diferentes productos.
Para evitar estos problemas de contaminación es recomendable que posterior a un primer uso, estas bolsas sean lavadas y desinfectadas para su reutilización. Teniendo presente que su reutilización deberá ser en productos de la misma naturaleza, detalló el especialista en envases de INIA La Platina, Pablo Ulloa.
“En el caso de frutas consumidas en esta época del año, como manzana, pera, kiwi o naranja, lo más adecuado es ubicar un lugar fresco de la casa para almacenarlas por un tiempo adecuado. En regiones o zonas, donde aún se mantiene una alta temperatura ambiente, siempre el refrigerador es el lugar más adecuado, salvo excepciones como el plátano. Para frutas, en general, no se recomienda el uso de bolsas plásticas en el hogar, ya que pueden ocurrir procesos de condensación que gatillen la presencia de pudriciones”, señaló el especialista de Postcosecha de INIA La Platina.
En el último mes el consumo de frutas y vegetales en conserva aumentó, ya sea enlatados, en vidrio o envases tetrapack, debido al extenso periodo de conservación que permiten estos productos.
Frente a ello, lo primero que se debe indicar, dijo Bruno Defilippi, es que en este caso se está tratando con productos procesados que provienen de diferentes técnicas de conservación, en cual el vegetal o fruta ya no está vivo, a diferencia de los productos frescos.
Por lo tanto, el producto detiene los procesos de deterioro como los mencionados para un producto fresco.
“Si bien las técnicas de conservación permiten mantener el producto, incluso por años, sí se pueden alterar con distinto grado las características típicas de un vegetal, como sabor, textura, aroma, color e incluso el aporte nutricional. Otro aspecto importante a tener en cuenta es que algunas técnicas de conservación, incluyen la adición del uso de altos niveles de sal, en vegetales, sobre todo, o altos niveles de azúcar como en el caso de los tradicionales duraznos y piñas enlatadas. En ambos casos es muy recomendable lavar bajo la llave los productos previos a su consumo con el objetivo de reducir la ingesta de sal y azúcar”, dijo Bruno.
También, agregó Ulloa, se debe tener en cuenta que al momento de adquirir los productos enlatados, es evitar elegir y comprar aquellos productos en la cual la lata presente daño por golpes, hendiduras o presencia de fenómenos de oxidación, debido a que es muy probable que la resina epóxica que protege la hojalata de la interacción con el alimento, haya perdido su protección iniciándose procesos oxidativos en el interior de la lata.
Dentro de los diferentes productos en conserva; ya sea latas, vidrio o tetrapack siempre será preferible aquellos alimentos que permitan disminuir el impacto medioambiental post-consumo.
Este es el caso de los envases de vidrio y tetrapack, en la cual existen diferentes entidades que recuperan estos envases y los vuelven a reutilizarlos como materias primas para la fabricación de otros productos.