Por: Lorenzo Martínez, Presidente Regional del Partido Socialista de Chile.

Las medidas sanitarias y económicas anunciadas por el Gobierno para enfrentar la pandemia de coronavirus en la región del Maule son insuficientes. El impacto de la crisis sanitaria que vivimos está afectando gravemente la vida y la salud de las personas y traerá una recesión económica mundial que requiere ser enfrentada con la participación de todos, más protagonismo del Estado y un plan de gasto público más ambicioso que vaya directamente a asegurar salud e ingresos de los trabajadores y no directamente a las grandes empresas.

El Gobierno Regional del Maule acogió nuestra propuesta de convocar a una Mesa Social Regional Covid 19, pero es necesario ampliarla a representantes de gremios de la salud y de los trabajadores maulinos para ser escuchados sobre las medidas para enfrentar la crisis. Es urgente transparentar número de camas clínicas y respiradores mecánicos disponibles en la región, ocupar todos los recursos fiscales necesarios para masificar testeos por Covid-19, disponer del Hospital Italiano y la Clínica del Maule en la capital regional, proteger especialmente a trabajadores de la salud y asegurar gratuidad a pacientes de coronavirus.

Se debe insistir en el aislamiento social y en llamados a quedarse en casa para evitar el contagio con una cuarentena inteligente que garantice abastecimiento de alimentos y medicamentos. La pandemia sanitaria provocará una pandemia social que también debe enfrentarse. Entregamos al Gobierno Regional propuestas para enfrentar urgencia sanitaria y proteger a familias afectadas por pérdida de empleos o ingresos en estos meses. Mantenemos actitud propositiva y de colaboración, pero no toleraremos abusos a trabajadores y sus familias como las alzas en planes de Isapres o en dictámenes de una Dirección del Trabajo que no cumple el rol que le corresponde de defenderlos.

El Gobierno debe dar tranquilidad y certezas, no angustia e incertidumbre, no puede pedir a trabajadores quedarse en casa cuando eso significa perder el trabajo y no comer. En la Región del Maule tenemos un 37 % de trabajadores y trabajadoras informales, entre ellos trabajadoras agrícolas que no tendrán subsidio laboral. Una cuarentena inteligente implica garantizar que ellos, que deben salir a buscar el sustento día a día, se queden en casa sabiendo que tendrán ingresos para dar de comer a sus familias. Hay recursos en los 6 mil millones de dólares de la ex ley reservada del cobre, en fondos soberanos o en una ley transitoria que grave tributos al gran capital para pasar del 5 % del PIB comprometido por el Gobierno a al menos un 10 %.

Por todo esto proponemos al Gobierno y a parlamentarios del Maule legislar por una renta básica mensual que cubra a todos los trabajadores, formales e informales, que se queden sin ingresos hasta finalizada la urgencia sanitaria. Esto, junto al subsidio de desempleo para los que pierdan o vean suspendido su trabajo formal, beneficiará a familias cuyos ingresos provengan de trabajos informales sin contrato de trabajo.  En esto el sector privado debe contribuir. Las familias no pueden destinar ingresos que solo alcanzan para subsistir al pago de deudas o servicios básicos. Los bancos deben postergar esos pagos sin cobro de intereses y empresas suspender cobros de luz, agua y gas mientras dure la crisis, incluyendo internet.